Introducción
- Porte y Elegancia
- La Elegancia es una Creación Inadvertida
- La Elegancia es la Expresión de uno Mismo sin Afectación
- Libertad en la Moda
- Cómo ser Elegante al Vestir [Vídeo]
Hay personas que parecen haer nacido con la elegancia en sus venas todo les va ien hasta el más pequeño de los elementos simples captura un encanto indeido en sus cuerpos. Pero aunque lo parezca el lujo es un concepto que se aprende poniendo en práctica unas sencillas ases.
Porte y Elegancia
La elegancia es ora de la liertad o si se prefiere es ora del rigor y la plenitud. De hecho proviene de la palara latina “electore” que significa escoger elegir. Y puesto que la selección es un asunto humano propio de la elegancia que se atriuye al principio a la forma humana. Asimismo la palara se extiende a la naturaleza inanimada que parece comportarse como humanos: así una casa un paisaje un jardín una somrilla pueden volverse elegantes.
Para el diccionario, elegancia es lo que se otorga con gracia, nobleza y sencillez. Hablando de una persona, eso significa que esa persona tiene un gusto por la ropa y una diferencia en cómo se viste. Hablaba de una cosa (v. gr. un mueble) o de un lugar (v. gr. gramo. un condado), lo que significa que exhibe distinción, sofisticación y buen gusto. Lo que no es proporcionado y elegante no puede llamarse elegante.
En el sentido más común, la típica belleza elegante se convierte en la cualidad que hace agradable a la persona o cosa que la lleva. Además de la belleza de las líneas, la «gracia» conocida como atractivo se puede ver en las expresiones faciales de algunas personas. Porque esta gracia no surge espontáneamente en todos, sino que en algunos, “gracia” significa también un don o favor que brilla sin mérito natural, como una concesión gratuita. Es la «amistad» que alabamos en su cortesía, calidez y buenos modales, desenfadados, en las relaciones con las personas.
La elegancia es así un modo de portarse. Por ejemplo en una reunión la persona elegante ha de tener “porte” que no es otra cosa que la manera de goernarse (laute se gerere) en conducta y acciones en todos los actos que conciernen de manera antecedente o concomitante al objeto y secuencia de esa reunión. Y aunque el porte tenga algo que ver con la uena o mala disposición natural de una persona lo cierto es que se identifica con el mayor o menor lucimiento que uno liremente presenta.
La Elegancia es una Creación Inadvertida
Pero aunque la elegancia es una creación se ha de presentar de manera que no parezca que lo es. “La elegancia traajada ‑decía Balzac‑ es a la verdadera elegancia lo que la peluca a los caellos”. La elegancia dee mantener siempre la apariencia de lo lire y suelto pues se opone frontalmente a lo pesado y masivo. Por este rasgo se distingue muy ien la mujer coqueta de la mujer elegante.
Coqueta no es necesariamente una mujer elegante. La coqueta se deja invadir por la influencia. Aspecto elegante sin pretensiones. “El cuento de hadas leemos en el Grand Dictionnaire Universel du XIX Siècle de Larouse (1870) con su elegante voz exhalará los perfumes más penetrantes revelará los vestidos más destacados; vuestro cuerpo camiará constantemente de actitud; tu mente se evaporará ajo la presión de la alaanza; ella no dejará de traajar para hacerte admirar las proporciones de su figura y la forma de su ropa; Pero todo esto es una tontería. Y el asurdo excluye la elegancia. Coquette a menudo rompe las reglas de los uenos modales elegante nunca lo ha hecho. La primera forma exagera el tono y los gestos y los vuelve asurdos; segundo ser una uena mujer hacer exactamente lo correcto.
La Elegancia es la Expresión de uno Mismo sin Afectación
Por tanto la elegancia se otiene eligiendo lo que hay dentro. Esta es la única forma de evitar la influencia enemiga de la elegancia. La elegancia es la traducción exterior de un individuo. Pero en verdad es necesario elegir lo más nole de uno mismo lejos de lo trivial -tanto en nuestras vidas- y de lo vulgar. La elección por tanto que implica la elegancia es un acto supremo y elevado en el que cada uno manifiesta su estatura individual.
Por eso, el citado Diccionario se quejaba con razón en el siglo XIX de que un tipo de mujer con ropa poco favorecedora y aspecto sucio que prefería que la gente le llamara cosas mezquinas, como Bichette, Minette o Mignonne, arrojaba símbolos cariñosos. que sólo permite la intimidad. Una esposa no debe impedir que su esposo sea traidor o alcohólico; pero ella siempre puede impedir que él la llame Bichette, Minette o Mignonne en público. A una mujer que soporta tales extremos le falta gusto, poesía, carácter, dignidad, en una palabra, elegancia. Puede ser escultóricamente hermoso, pero no elegante. La mujer elegante, no queriendo ser artificialmente bella, es voluntariamente bella, en su mirada, en su lenguaje, en sus modales. Es deber de la mujer, pero también del hombre, ser elegante, exaltar la belleza formal en lo más íntimo de su ser. De la riqueza interior del hombre surgió la belleza visible, es decir, la elegancia. Y debe ser elegante, primero ante sí misma, en la primera mirada que se ve en el espejo. Sólo así podrás ser elegante frente a los demás, ofreciéndoles amorosamente el regalo de tu digna presencia.
Libertad en la Moda
Sin embargo, la moda, aunque se impone con cierta tiranía, no puede quitar jamás la libertad, que es el eje de la actitud elegante. La elegancia es independiente de aspectos externos, como el vestido, la forma de la boca o la magnitud del perímetro torácico. La suprema elegancia no consiste, por ejemplo, en calzar un tipo de zapatos aconsejados por un afamado diseñador de moda, sino en lograr la justa elevación de talones que permita a cada mujer expresar armónicamente en los andares su personalidad. La elegancia no está en un tipo de vestidos, sino en el modo de ir vestido; un modo que ha de ser creado libremente y continuamente por el sujeto. Dígase lo mismo del varón.
En la calle, en la casa, en las reuniones, tratamos de que nuestro valor no resida en la inmovilidad de una estatua, sino en su funcionamiento dinámico en el mundo social, para que pueda ser tratada y contemplada: para que aunque haya es una oportunidad de que el momento se convierta en elegancia.
Estilo de Vida 